Working in an Abortion Clinic

Jewels Green worked in an abortion clinic for over 5 years, much of that time as a "Counselor". Here is an extract of her testimony:

"I vividly remember the cleaning lady who quit after finding a foot in the drain of the one of the sinks in the autoclave room where the medical instruments were cleaned and sterilized after abortions.

One time the power went out for hours and we were all explicitly instructed NOT to open the freezer where all of the medical waste was stored. Inevitably, someone did open that freezer and I will never, ever forget the stench of decaying human flesh for as long as I live.

All of it was wrong, but especially this: the dead baby in the refrigerator in the lab. It was touted as a “teaching tool” and a “medical anomaly” that this perfect 10-week-old fetus “survived” the suction abortion procedure perfectly intact. So he (I thought I could tell it was a he) was given the dubious honor of being preserved in formalin in a translucent plastic jar in the laboratory refrigerator.

Occasionally I peeked in on him.....every other abortion resulted in parts, bits and pieces of human in the jar—but this miraculous little creature was perfectly formed and complete in every way, with the heartbreaking exception that he was dead. There was no amniotic sac, no placenta, just a teeny-tiny perfect little baby floating in the jar. In the fridge. Forever a silent witness to the march of death..."

Trabajando en una Clínica de Abortos

Jewell Green trabajó en una clínica de abortos por más de 5 años, la mayor parte del tiempo como “Consejera”. Aquí, un resumen de su testimonio:

“Recuerdo claramente, a la mujer de limpieza que renunció depués de encontrar un pie, en el desague de uno de los lavaderos en el cuarto del autoclave donde se limpiaban y esterilizaban los instrumentos médicos después de un aborto.

En una oportunidad la electricidad se fué por varias horas y todos fuimos explícitamente instruidos en NO abrir el congelador donde se guardaban todos los deshechos médicos, pero alguien abrió el congelador y mientras viva, nunca olvidaré el odor de carne humana. Todo esto es injusto, especialmente

esto: el bebe que estaba muerto en el refrigerador del laboratorio. Este perfecto feto de 10 semanas que “sobrevivió” perfectamente intacto, la succión del procedimiento de aborto, fué catalogado como “un instrumento de enseñanza” y como “una anomalía médica” . Así él (pienso que podría decir que era un él) le fué dado el dudoso honor, de ser preservado en formalina en un recipiente de plástico transparente en la refrigeradora del laboratorio.

Ocacionalmente le daba una ojeada….. uno que otro aborto resulta en partes, trozos y piezas humanas en un recipient – pero esta milagrosa criaturita, estaba perfectamente formada y completa en cada detalle, con la excepción que te rompe el corazón, de que estaba muerto. No estaba el saco amniótico o la placenta, solo un pequeño bebe flotando en el recipiente. En la refrigeradora. Por siempre, un silencioso testigo de la marcha de la muerte….”