Meditations on Mercy: The Beatitudes

Blessed are the poor in spirit, for theirs is the kingdom of heaven.

Blessed are they who mourn, for they will be comforted.

Blessed are the meek, for they will inherit the land.

Blessed are they who hunger and thirst for righteousness, for they will be satisfied.

Blessed are the merciful, for they will be shown mercy.

Blessed are the clean of heart, for they will see God.

Blessed are the peacemakers, for they will be called children of God.

Blessed are they who are persecuted for the sake of righteousness, for theirs is the kingdom of heaven.

Blessed are you when they insult you and persecute you and utter every kind of evil against you [falsely] because of me. Rejoice and be glad, for your reward will be great in heaven. (Mt 5:3-12a)

In these ten verses, the word "blessed" is used nine times. That's a lot of blessings! This passage is commonly referred to as the Beatitudes and begins Matthew's account of the Sermon on the Mount. So what does beatitude mean, and what does it mean to be blessed? According to the USCCA, "Beatitude refers to a state of deep happiness or joy" (p 308). "The Beatitudes teach us the final end to which God calls us: The Kingdom, the vision of God, participation in the divine nature, eternal life, filiation, rest in God" (Catechism of the Catholic Church, no. 1726). This passage from Matthew helps us see how our actions are directed toward our eternal goal of sharing in the Kingdom of God. Like the corporal and spiritual works of mercy, the Beatitudes help us form our moral lives and illustrate that the foundation of these actions is the love of God. They also give us hope—hope in the love and mercy of God that is present on earth and that we will experience in the fullness of heaven. Even though it may be challenging to live out these values, it is important to remember that we find solace in God and will be blessed for our efforts on behalf of the Kingdom of God.

In particular, the Beatitude, "Blessed are the merciful, for they will be shown mercy" (Mt 5:7), reminds us of our goal for this Jubilee of Mercy to be "merciful like the Father." If we allow our actions to be informed by the mercy of God, then they will naturally help lead us to our beatitude, life eternal with God in the Kingdom. When we incorporate the mercy of God into our lives, our actions reveal to others the love of God. We see this in the ministry of Jesus. When Jesus heals the sick and cares for those on the fringes of society, he is living out the Beatitudes. In these actions, Jesus directs people toward God and invites them to live out the mercy of God in their own lives. By approaching God with a humble heart, having compassion for the sufferings of others, actively seeking peace and what is just, and following the will of God in our lives, we shape our attitudes and habits in imitation of the face of God's mercy, Christ.

- US Conference of Catholic Bishops ()

Meditaciones Sobre la Misericordia: Las Bienaventuranzas

Benditos los pobres de espíritu, porquede ellos es el Reino de los cielos.

Benditos los que lloran, porque serán consolados.

Benditos los sufridos, porque heredarán la tierra.

Benditos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Benditos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

Benditos los limpios de corazón, porque verán a Dios.

Benditos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios.

Benditos los perseguidos por la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.

Benditos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía.

Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.(Mt 5:3-12a)

En estos diez versos, la palabra "benditos" se utiliza nueve veces. ¡Son bastantes bendiciones! A este pasaje se le denomina comúnmente las Bienaventuranzas y comienza el relato de Mateo del Sermón de la Montaña. Así pues, ¿qué significa bienaventuranza, y qué significa ser bendecido? Según el Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos (USCCA, por sus siglas eninglés), "La palabra Bienaventuranza se refiere a un estado de gran prosperidad y alegría" (p. 326). "Las bienaventuranzas nos enseñan el fin último al que Dios nos llama: el Reino, la visión de Dios, la participación en la naturaleza divina, la vida eterna, la filiación, el descanso en Dios" (Catecismo de la Iglesia Católica, no. 1726). Este pasaje de Mateo nos ayuda a ver cómo nuestras acciones se dirigen hacia nuestra meta eterna de participar del Reino de Dios. Al igual que las obras de misericordia corporales y espirituales, las Bienaventuranzas nos ayudan a formar nuestras vidas morales y a ilustrar que el fundamento de estas acciones es el amor de Dios. También nos dan esperanza: esperanza en el amor y misericordia de Dios que está presente enla tierra y que experimentaremos en la plenitud de los cielos. Aunque puede constituir un desafío vivir estos valores, es importante recordar que encontramos consuelo en Dios y seremos bendecidos por nuestros esfuerzos en favor del Reino de Dios.

En particular, la bienaventuranza "Benditos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia" (Mt 5:7) nos recuerda nuestra meta para este Jubileo de la Misericordia de ser "misericordiosos como el Padre". Si permitimos que nuestras acciones sean conformadas por la misericordia de Dios, entonces ellas naturalmente ayudarán a llevarnos a nuestra bienaventuranza, la vida eterna con Dios en el Reino. Cuando incorporamos la misericordia de Dios en nuestras vidas, nuestras acciones revelan a los demás el amor de Dios. Esto lo vemos en el ministerio de Jesús. Cuando Jesús cura a los enfermos y cuida de los marginados de la sociedad, él está viviendo las Bienaventuranzas. En estas acciones, Jesús dirige a la gente hacia Dios y la invita a vivir la misericordia de Dios en sus propias vidas. Al acercarse a Dios con el corazón humilde, tener compasión por los sufrimientos de los demás, buscar activamente la paz y lo que es justo, y seguir la voluntad de Dios en nuestras vidas, damos forma a nuestras actitudes y hábitos en imitación del rostro de la misericordia de Dios, Cristo.

- US Conference of Catholic Bishops ()