Persecution of the Catholic Church and Its Beliefs Becoming a Reality
Addressing a new Health and Human Services mandate concerning availability of abortions, contraceptives, and other such items, the Auxiliary Bishop of Washington, Barry Knestout, wrote:
In implementing the new health care reform law, HHS issued a rule that would require private health care plans nationwide to cover contraception and sterilization as “preventive services” for women. The mandate includes abortifacient, which have the capacity to terminate a pregnancy in early weeks. Never before has the federal government required private health plans to include such coverage.
The District of Columbia Human Rights Commission has interfered in the Catholic University of America’s policy of same-sex dorms for college students. This policy is “sex discrimination,” not permitted in the District. These and other governmental "initiatives" are only the beginning.
Almost everything is now in place for a full-scale legal persecution of the Church, all concocted under the aegis of government protection of “human rights,” “freedom” and “equality.”
The legal undermining of the family as a preferred, natural union of wife and husband is far advanced. Abortion is an established “right.” Few really care about the millions of human infants slaughtered. Opposition to this system is considered “inhuman” and, again ironically, “against women.” What is defined as “human” is now solely a matter of civil law and totally ignores both science and morality. Relativism is increasingly the established religion of the realm, backed by force.
Constitutional assurances of free speech, free exercise of religion, and limited government no longer carry much weight against entrenched “democratic” ideologies, something both Pope John Paul II and Benedict XVI foresaw.
La Persecución de la Iglesia Católica y sus Creencias se Convierten en una Realidad
Enfrentando una nueva orden de los Servicios de Salud y Servicios Humanos (SSSH) referente a la disponibilidad de abortos, contraceptivos y otros medios parecidos, el Obispo Auxiliar de Washington, Barry Knestaout, escribió:
Para ejecutar la nueva ley de reforma de cuidados de la salud, SSSH emitió una orden que requerirá, planes personales de cuidados de salud a través de la nación para cubrir contraceptivos y esterilización como “servicios preventivos” para mujeres. La orden incluye abortificantes que tienen la capacidad de terminar un embarazo en las primeras semanas. Nunca antes el gobierno federal a requerido que los planes personales de salud incluyan esa cobertura.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito de Columbia, ha interferido en la política de dormitorios del mismo sexo para alumnos de colegios superiores. Esta política es “discriminación sexual” no permitida en el Distrito. Esta y otras “iniciativas” gubernamentales, son solamente el principio.
Casi todo está ahora en su lugar para una total-escala de persecución a la Iglesia, todo tramado bajo el amparo de la protección gubernamental de “los derechos humanos”,”libertad” e “igualdad”.
El deterioro legal de la familia, como una preferida unión natural de esposa y esposo, está demasiado avanzada. El aborto es un “derecho” establecido. Muy pocos realmente se preocupan por la mortalidad de millones de infantes.
La oposición a este sistema, es considerada irónicamente “inhumana”, nuevamente “contra las mujeres”. Lo que es definido como “humano” es ahora solamente una cuestión de ley civil y totalmente ignora, tanto la ciencia como la moralidad. El relativismo está incrementando la religión establecida del dominio, apoyado por la fuerza.
La declaración constitucional de libre expresión, libre ejercicio de religión y gobierno limitado, ya no tiene mucho peso contra ideologías “democráticas” afianzadas, algo que tanto el Papa Juan Pablo II como el Papa Benedicto XVI vislumbraron.